Entre las formas más recomendadas y efectivas de calmar los dolores crónicos destaca el ejercitar los músculos, sin embargo, en ocasiones esto resulta imposible si el dolor llega a ser tan fuerte que no permite este tipo de movimientos.
En este sentido, cabe mencionar que numerosas investigaciones acerca del CBD señalan que el mismo puede ser utilizado con el fin de aliviar diversas clases de dolores, al igual que para reducir inflamaciones causadas por distintas patologías.
En específico, el cannabidiol usado en casos de dolor crónico, suele ser aconsejado debido a las propiedades analgésicas que posee, al igual que por no contar con efectos secundarios, lo cual le permite ofrecer un alivio en las dolencias tanto en músculos como en articulaciones.
Y al ayudar a relajar los músculos, ayuda a mejorar el movimiento, haciendo que el mismo sea más sencillo y fluido.
¿En qué consiste el CBD?
El Cannabidiol, también conocido como CBD, se trata de una molécula que forma parte de los denominados “Cannabinoides”, un grupo de moléculas obtenidos a través de las plantas que conforman la familia “Cannabis Sativa”.
Al CBD le son atribuidas numerosas propiedades terapéuticas, dentro de las que se incluye el tratamiento del dolor, específicamente del dolor crónico o neuropático; sin embargo, es igualmente utilizado con el fin de tratar el insomnio, ansiedad, afecciones cutáneas, problemas digestivos y algunos tipos de epilepsia, entre otras.
Cannabidiol: una alternativa para aliviar el dolor crónico
La característica principal que posee el cannabidiol, y quizás el motivo por el cual se vuelve más popular que otras alternativas de tratamientos convencionales, consiste en que es completamente natural y seguro, por lo que no tóxico, y además posee un reducido riesgo de adicción.
Sus formas de administración son variadas y todas ellas logran adaptarse a las diversas clases de dolor sin llegar a causar efectos psicoactivos.
En este sentido, cabe señalar que entre los efectos negativos asociados al uso medicinal de esta sustancia se encuentran la sequedad bucal y el mareo.
Efectos que no resultan tan malos si se comparan con otros como la insuficiencia renal, cardíaca y/o hepática, la ansiedad o depresión, la adicción o incluso la muerte asociada al consumo de medicamentos basados en opiáceos.
Además, se puede combinar perfectamente con otras alternativas de tratamiento para el dolor con enfoques un poco más holísticos, por ejemplo, la inclusión de cambios dentro de la dieta diaria, la fisioterapia, la terapia, el ejercicio, la meditación, la acupuntura, la manipulación física, los bloqueadores nerviosos y la cirugía, etc.
¿Cómo tratar el dolor crónico con CBD?
Existen diversas maneras de tratar el dolor crónico a través del uso de CBD, las cuales son ideales para todo tipo de necesidades, y para que las conozcas mejor, a continuación te hablamos de sus diversas vías de administración:
Aceite de CBD por vía oral
Por lo general, el aceite de CBD suele ser administrado por vía oral, específicamente de forma sublingual (debajo de la lengua), debido a que permite una absorción mucho más rápida a través de la membrana mucosa que se encuentra en la parte inferior de la lengua, pasando así de manera directa hacia el torrente sanguíneo.
Ese formato resulta óptimo debido a que tiene un acelerado periodo de latencia, lo cual se debe a que no pasa a través del tracto gastrointestinal, e impide la degradación del principio activo, CBD.
Aceite de CBD por vaporización
Igualmente, el cannabidiol puede ser inhalado mediante el uso de un vaporizador junto a un aceite de CBD específico para vapear; en este caso, el cannabidiol es absorbido mediante los pulmones y luego pasa de forma directa hacia la sangre.
Esta alternativa, al igual que la anterior, destaca por estar entre las más rápidas y eficaces; sin embargo, no resulta apropiada para quienes no se encuentran acostumbrados a vapear, y/o fumar.
Cremas de CBD por vía tópica
Tanto las cremas como los bálsamos de CBD suelen usarse con el fin de tratar dolores más localizados, por lo que en este caso su uso es tópico y puede ayudar, entre otras cosas, a calmar los dolores menstruales (uso habitual desde hace miles de años).
Infusiones de CBD por vía oral
Otra forma de utilizar el Cannabidiol con el propósito de calmar el dolor, se trata de consumirlo a través de infusiones, las cuales ayudan a conseguir un alivio general del dolor, al igual que ocurre con el aceite.
Esta vía de administración suele ser la más apropiada en aquellos casos donde se padecen dolencias del sistema digestivo, debido a que el CBD podrá llegar directamente a los receptores de dicho sistema.
De igual modo, las infusiones de CBD podrían ser usadas para tratar otra clase de dolores, en zonas distintas al aparato digestivo, pero en esos casos sería probable que se necesite una mayor dosis, ya que el cannabidiol presente en las infusiones se descompone en el estómago y en consecuencia, es posible que se pierda un poco su efectividad.
Tiempo estimado para que haga efecto el cannabidiol
Como ya mencionamos, el uso del aceite de CBD permite percibir sus efectos con mayor rapidez, lo cual ocurre normalmente después de unos 15-30 minutos de administrarlo por vía sublingual, y sus efectos suelen tener una duración aproximada de 4-6 horas.
Sin embargo, para establecer el tiempo exacto que el cannabidiol podría demorar en hacer efecto después de su administración, es preciso considerar diversos factores, como el peso, estatura, metabolismo, ADN, e incluso asimilación y cantidad de actividades de cada persona.