Haz de tu jardín en un pequeño ecosistema con un estanque para peces. ¿No sabes por dónde empezar? En unos sencillos pasos, te mostramos cómo construir este espacio en casa.
6 Pasos para construir un estanque exterior para peces
Elige el lugar adecuado para el estanque
El primer paso para hacer un estanque exterior es elegir la ubicación perfecta. Es importante que el lugar reciba luz solar parcial; esto favorece tanto a los peces como a las plantas acuáticas, que necesitan luz para prosperar pero no de forma excesiva, ya que demasiada exposición puede calentar el agua y fomentar la aparición de algas.
Además, evita colocar el estanque cerca de árboles. Las hojas que caen pueden ensuciar el agua y requerirán más mantenimiento. Un lugar ligeramente elevado también puede ser útil para evitar que el agua de lluvia y los residuos del jardín lleguen al estanque.
Define el tamaño y la forma
El tamaño y la forma del estanque dependerán del espacio disponible y de tus gustos personales. Sin embargo, hay un par de factores a considerar: los peces necesitan suficiente espacio para moverse y crecer. Un estanque demasiado pequeño podría limitar su desarrollo y afectar su salud. En general, un estanque de al menos 1 metro de profundidad es ideal para proteger a los peces de cambios bruscos de temperatura.
Respecto a la forma, los estanques pueden ser de líneas rectas o curvas. Las formas orgánicas y curvas suelen ser más naturales y estéticas, integrándose mejor en el paisaje.
Excava el área y coloca una lona impermeable
Una vez que hayas decidido el tamaño y la forma, es momento de excavar el área. Marca los límites con estacas y cuerdas, y luego empieza a cavar, asegurándote de que las paredes del estanque tengan una inclinación suave para evitar que la tierra colapse.
Colocar una lona impermeable es fundamental para mantener el agua. Existen lonas de varios materiales, como PVC, EPDM o butilo. Asegúrate de que la lona sea de buena calidad, ya que es el elemento que garantizará la durabilidad del estanque. Extiende la lona sobre la excavación y ajusta bien los bordes. Puedes cubrirla con piedras o grava para darle un aspecto más natural.
Instala un sistema de filtración y aireación
Un sistema de filtración es fundamental para mantener el agua limpia y libre de toxinas que puedan dañar a tus peces. Puedes optar por filtros mecánicos, biológicos o combinados. Los filtros biológicos son ideales para estanques con peces, ya que ayudan a descomponer los desechos y mantener el agua equilibrada.
La aireación también es esencial, ya que aporta oxígeno al agua, permitiendo que los peces y las plantas respiren adecuadamente. Puedes instalar un aireador o una pequeña fuente que mantenga el agua en movimiento.
Añade plantas acuáticas y crea un entorno natural
Las plantas acuáticas no solo aportan belleza, sino que también ayudan a mantener el equilibrio del ecosistema. Algunas plantas, como los nenúfares, aportan sombra y disminuyen la cantidad de luz que llega al agua, reduciendo la proliferación de algas. Otras, como las elodeas, oxigenan el agua y crean refugios naturales para los peces.
Distribuye las plantas en el borde y en las zonas menos profundas. Recuerda que un entorno equilibrado es clave para que el ecosistema funcione correctamente.
Introduce los peces en el estanque
Cuando el agua esté estabilizada y hayas comprobado que los niveles de pH y amoníaco son seguros, es momento de introducir a los peces. Puedes elegir entre especies como las carpas koi o los peces dorados, que son muy resistentes y se adaptan bien a los estanques.
Introduce los peces poco a poco, permitiendo que se aclimaten. Para ello, puedes dejarlos en una bolsa flotando en el estanque durante unos minutos, de modo que el agua de la bolsa y del estanque se equilibren en temperatura.
Cómo mantener el estanque
Un estanque requiere mantenimiento regular para que el agua esté limpia y los peces estén sanos. Retira las hojas y otros residuos que puedan caer en el agua. Revisa el filtro cada cierto tiempo y cambia o limpia los componentes según las indicaciones del fabricante.
Realiza cambios parciales de agua al menos una vez al mes para eliminar los residuos acumulados. Un cambio de un 10-15% del agua es suficiente para mantener el equilibrio sin afectar a los peces.
Disfruta de tu nuevo ecosistema acuático
Crear un estanque exterior es un proyecto que requiere planificación y paciencia, pero el resultado merece la pena. Disfrutarás de un entorno natural en tu propio jardín y contribuirás al cuidado de un pequeño ecosistema. Además, el sonido del agua y la presencia de los peces aportarán un ambiente relajante que podrás disfrutar todos los días.