Mejores calas de Cataluña

Si eres amante del mar, las playas escondidas y los paisajes naturales de ensueño, las calas de Cataluña tienen un encanto especial que no te querrás perder. En la extensa costa catalana, puedes encontrar algunos de los rincones más hermosos del Mediterráneo, perfectos para una escapada veraniega o simplemente para desconectar durante cualquier época del año.

A continuación, te guiaremos por algunas de las mejores calas de Cataluña, donde el mar y la naturaleza se fusionan para ofrecerte experiencias inolvidables.

1. Cala Sa Boadella (Lloret de Mar, Costa Brava)

Cala Sa Boadella es una de las joyas escondidas en Lloret de Mar. Aunque Lloret es conocido por sus grandes playas, esta cala se mantiene más tranquila y resguardada, ideal para aquellos que prefieren un ambiente relajado. Se encuentra rodeada de naturaleza y su acceso es a través de un sendero, lo que le da ese aire de exclusividad.

La mezcla de aguas cristalinas y arena dorada hace de Cala Sa Boadella un lugar perfecto para nadar o hacer snorkel. Además, al no ser tan concurrida como otras playas, puedes disfrutar de un ambiente más íntimo.

2. Cala Aiguablava (Begur, Costa Brava)

Begur es un destino conocido por sus calas espectaculares, y Cala Aiguablava es probablemente una de las más populares. Su nombre lo dice todo: “agua azul”, en referencia a los tonos turquesa y cristalinos de su mar.

Rodeada de pinares y con un paisaje que parece sacado de una postal, Cala Aiguablava es ideal para relajarse o disfrutar de deportes acuáticos. Además, cuenta con buenas instalaciones, como restaurantes y aparcamiento cercano, lo que la convierte en una opción cómoda para pasar el día.

3. Cala Montjoi (Roses, Costa Brava)

Si te atraen los lugares con un toque de historia y tradición, Cala Montjoi en Roses te encantará. Esta cala se encuentra dentro del Parque Natural del Cap de Creus, lo que significa que su entorno es totalmente virgen y protegido. Es famosa por haber albergado el icónico restaurante El Bulli, de Ferran Adrià.

Cala Montjoi ofrece un entorno salvaje y único, donde podrás disfrutar de la tranquilidad del mar en un entorno natural preservado. Además, es un lugar ideal para el buceo, ya que sus fondos marinos albergan una gran biodiversidad.

4. Cala Estreta (Palamós, Costa Brava)

Para los que buscan una experiencia más aventurera, Cala Estreta es la opción perfecta. Esta cala, como su nombre lo indica, es pequeña y estrecha, pero su belleza natural es impresionante. El acceso es únicamente a pie o en barco, lo que asegura que no esté abarrotada de turistas.

Aquí, te encontrarás con aguas completamente cristalinas y una arena fina que invita a tumbarse al sol. Su carácter aislado la convierte en un rincón especial donde te sentirás en conexión directa con la naturaleza. Además, el entorno es perfecto para quienes disfrutan del senderismo antes o después de darse un baño.

5. Cala Canyers (Palamós, Costa Brava)

Cala Canyers es otra de las pequeñas joyas de la Costa Brava. Es una cala pequeña, recogida y rodeada de pinos que ofrecen sombra natural. El contraste entre el verde del bosque y el azul del mar es impactante, ofreciendo un escenario casi paradisiaco.

Si te gusta el buceo o el snorkel, este es un lugar ideal para explorar los fondos marinos, donde encontrarás una diversidad de vida marina que te sorprenderá.

6. Cala Jugadora (Cadaqués, Cap de Creus)

En el extremo noreste de Cataluña, dentro del Parque Natural del Cap de Creus, se encuentra Cala Jugadora. Esta cala es un rincón aislado, accesible solo a pie o en barco, lo que la convierte en uno de los lugares más tranquilos y vírgenes de la región.

El paisaje aquí es único, con formaciones rocosas que parecen haber sido esculpidas por el viento y el mar. Cala Jugadora es ideal si buscas un entorno salvaje y auténtico, alejado del bullicio de las playas más turísticas.

7. Cala Fonda (Tarragona, Costa Dorada)

Aunque la Costa Brava tiende a llevarse todo el protagonismo, la Costa Dorada también tiene calas espectaculares que no puedes perderte. Cala Fonda, también conocida como Waikiki, es una de las más impresionantes de la zona.

Rodeada de acantilados y pinos, Cala Fonda es una cala nudista, pero su belleza natural atrae a todo tipo de público. La arena dorada y sus aguas transparentes te invitan a pasar un día tranquilo lejos de la civilización, ya que su acceso es solo a pie a través de un sendero en la montaña.

Cada una de estas calas tiene su propio encanto, desde las más accesibles hasta las más recónditas, pero todas comparten algo en común: la espectacular belleza natural de Cataluña. Si buscas desconectar, disfrutar del mar y relajarte en un entorno único, no dudes en explorar alguna de estas calas.

Recuerda siempre respetar el entorno natural para que sigan siendo esos rincones escondidos donde el mar y la naturaleza se encuentran en su forma más pura. ¿Cuál será la próxima cala que vas a descubrir?